While we often search for the destination, it’s in the journey that we learn so my journey, like most, started very different than how I anticipated it would turn out.
I started my professional career as a dancer at the age of twenty then I approached Gyrotonic because of a knee problem in 2007 and to improve flexibility.
I carried on an international performing activity dancing with ensemble of Imperial Russian Ballet, Vienna Philharmonic Orchestra, National Theater in Belgrade, National Opera of Olomouc, National Theater of Sibiu, etc. touring all over Italy, Spain, Serbia, Germany, Romania, Czech Republic, Japan, South Korea.
In March 2015, after have been practicing the Gyrotonic Method for about 8 years as a client, I started my journey to become a Gyrotonic and Gyrokinesis instructor, studying in Rome with Pietro Gagliardi.
At the same time I started deepening my Yoga practice, reading more about body/mind connections and spiritual philosophy.
My enthusiasm, my desire to share these practices with others and the passion for travelling, led me to travel and share my passion in Asia, where I stayed for about a year: I fulfilled another of my childhood dream.
I was a successful Instructor in different fitness and pilates centers in Tokyo but I was unhappy: too much stress, inhumane working hours with the pressure to live in a society where only if you make lot of money you are successful.
Aunque muchas veces busquemos una destinación, es durante el viaje que aprendemos. Por eso, mi viaje, como muchos otros, empezó de manera diferente de lo que pensaba.
Nací y crecí en el sur de Italia. De niño, empecé a estudiar música; debido a mi carácter inseguro, nunca me hubiera imaginado que un día, casi por casualidad, empezaría con el baile y que este "encuentro" cambiaría my vida por completo.
Dejé la universidad porque sentí que este "camino" que la sociedad nos impone no era lo mío y de repente dejé mi familia y la ciudad donde nací y me mudé a Roma para cumplir mi sueño: ser bailarín clásico.
Tenía tantas ganas de tener éxito, tenía como una intuición. Así empecé mi carrera profesional de bailarín clásico a los 20 años y seguí dando representaciones de baile al nivel internacional con el Teatro Nacional de Belgrado, Ballet Imperial Ruso, Orquesta Filarmónica de Viena, Wiener Volksoper, Ópera Nacional de Olomouc, Teatro Nacional de Sibiu, etc. con giras en Italia, España, Serbia, Alemania, Austria, Rumanía, República Checa, Japón y Corea del Sur.
Descubrí el método GYROTONIC® en el 2007 porque tuve un problema con mi rodilla y necesitaba mejorar mi flexibilidad. En el 2015, después de una práctica constante del método GYROTONIC® durante 8 años, empecé seguir el camino para ser instructor de GYROTONIC® y GYROKINESIS®. Para conseguirlo, estudié en Roma con el Master Trainer Pietro Gagliardi, quien acabó siendo mi mentor.
Mientras tanto, empecé aprofundizar mi práctica del Yoga a través de lecturas sobre las conecciones entre el cuerpo y el espírito y la filosofía espiritual.
Mi entusiasmo junto con mis ganas de compartir estas prácticas con los demás y mi pasión por los viajes me llevaron a Asia, donde me quedé durante casi un año. A los 33 años, cumplí un sueño de niño más.
Era un instructor exitoso en varios centros de pilates y de fitness en Tokio, bailaba y enseñaba el ballet. No me podía quejar del dinero que ganaba y que ahorraba pero no era feliz: había demasiado estrés, los horarios laborales eran inhumanos y además yo sentía la presión de vivir en una sociedad en la que hay que ganar mucho dinero para tener éxito.
En aquel momento, el trabajo y el dinero eran lo único que tenía importancia y yo me sentía como vacío.
Una noche, todo cambió. Estaba en un pub de Tokio cuando, por casualidad, conocí a unos hispanohablantes y me dí cuenta de que Japón no era el sitio adecuado para mi. Necesitaba un cambio radical: volver a ser yo y deshacerme de las posesiones materiales.
De vuelta a Europa, descubrí el Ashtanga Yoga en el que me imergé por completo dedicándome en su práctica cuando conocí a Vairagya Ranko (un discípulo de Sri K. Pattabhi Jois y autorizado KPJAYI level II ) en Belgrado.
Cuando entré en su Shala, yo estaba lleno de mi ego pero él me abrió la mente y me ayudó a descubrir lo que realmente es el Yoga.
Me inspiró mucho durante mi práctica. Desde entoncés, sigo encontrando la inspiración gracias a mi práctica cotidiana.
Mi gana de mejorar y aprender más sobre el Yoga y su filosofía me hizo viajar y estudiar en India. Conocí al Guru Ramesh Sheety (un discípulo de BNS Iyengar), en Mysore, estudié el Ashtanga Vinyasa Yoga, ajustes, filosofía del yoga, anatomía y dieta yóguica.
Seguí viajando, estudiando, practicando y compartiendo mi conocimiento y mi experiencia en muchos paises: Indonesia, China, Hong Kong, Camboya, Vietnam, España, Serbia.
Los a quienes les gusta India lo saben: duele estar lejos de ella y por eso volví allí el año siguiente.
Me fui a Rishikesh, la ciudad al lado del sagrado río Ganges, me pusé a estudiar el Hatha and Vinyasa Flow, terapia del yoga, anatomía del yoga, filosofía del yoga, ayurveda y meditación.
Tuve la oportunidad de estudiar varias técnicas de meditación con el Guru Swami Atmatattwananda Saraswati mientras descubrí la meditación Vipassana.
Viajé por el mundo descubriendo muchas culturas y varias maneras de vivir. Leí también unos libros que cambiaron mi vida: El Bhagavad Gita, Los Yoga Sutras de Patanjali y Los Upanishads.
Después de dos años en España trabajando sin estar completamente satisfecho, el mundo tuvo que enfrentarse al COVID-19.
Durante los 3 meses de cuarentena medité y traté de entender el sentido de la vida practicando y sobre todo estudiando la filisofía del Yoga. La vida es demasiado corta para perder su tiempo buscando dinero y abandonar sus sueños. Por eso, seguí luchando por lo en que creo.
Al final en el 2022, volví en Mysore y practiqué un mes con Paramaguru Sharath Jois, la máxima autoridad en Ashtanga Yoga, en el Sharath Yoga Center; aquel mes me pusé a estudiar sanskrit y a aprofundizar mi conocimiento en filosofía con Lakshmisha Bhat con un enfoque en Hatha Yoga Pradipika y Patanjali Sutras.
Tras regresar de la India, he ido profundizando, día a día, en mis estudios, y he comenzado un curso de filosofía del yoga con Swami Tadatmananda, centrado en el Vedanta Advaita, en la tradición de Pujya Swami Dayananda.
A lo largo de los años y gracias a los viajes, las lecturas, la meditación, la experimentación y la práctica, me dí cuenta de que el cuerpo, que siempre había estado en el centro para mi, no es nada más que una "herramienta". El espíritu y la respiración también son instrumentos para encontrar el camino que permite descubrir nuestro "Ser" real, deshacernos de este mundo material y transitorio y de nuestro ego. Mi Dharma consiste en enseñar a utilizar estas herramientas, cual sea tu fe, tu religión o la razón por la que quieres practicar.
Después de tantos años compartiendo y enseñando como instructor en centros de formación de profesores, he decidido, con el apoyo de mi familia, abrir un centro de investigacion espiritual Yogābhyāsa en Valencia cuya meta es la creación de una comunidad donde cada uno pueda elegir el tipo de Yoga que más le convenga y encontrar su propio camino.
Cada año, profundizo mi Yoga y los estudios de GYROTONIC® siguiendo clases y poniéndome al día en biomecánica y anatomía aplicada al movimiento. Eso me permite combinar el conocimiento de varios sistemas de movimientos ofreciendo lo mejor de cada técnica que conozco.
Como dijo Confucius: "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida." así mi pasión se ha convertido en mi estilo de vida.
Ahora, comparto mi conocimiento del Yoga, de GYROTONIC® y de GYROKINESIS® en todo el mundo trabajando como formador para profesores.
